6 maneras de evitar oportunidades perdidas

by Oct 12, 2021Evangelismo, Uncategorized

Una de las preguntas más frecuentes que escuchamos en EvanTell es: “¿Cómo puedo encontrar más oportunidades para compartir el Evangelio?” Con el continuo declive de la interacción personal en estos días, el desafío parece mayor que nunca.

Una de las claves para desbloquear más oportunidades del Evangelio es reconocer las oportunidades que puede estar perdiendo. Jesús alude a esto en Juan 4:35, donde les dice a Sus discípulos: “¡He aquí, os digo, levantad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya son blancos para la cosecha!”

Aquí hay 6 maneras de reconocer las oportunidades para el Evangelio que usted puede estar pasando por alto en su vida.

1. Sincronízate con el Señor a primera hora de cada día.

Dios siempre está obrando y nos invita a unirnos a Él en lo que Él está haciendo en la vida de los demás. El problema es que muchos de nosotros no estamos sintonizados para sentir Su guía. Una gran manera de sincronizarse con el Señor es comenzar cada día saturando nuestras mentes con Su palabra, disfrutando de Su presencia en adoración y comunicándose con Él en oración. Hacer esto nos pondrá en la misma frecuencia que el Señor de las siguientes maneras. Podrá:

  • Priorizar la agenda de Dios en nuestras mentes
  • Alinear nuestros corazones con el corazón de Dios para los demás
  • Abrir los ojos a las oportunidades que nos rodean
  • Agudizar nuestra sensibilidad a la guía del Espíritu Santo
  • Proporcionar audacia que fluya de nuestro gozo en el Señor

2. Aborda el pecado en tu vida lo antes posible.

El pecado nos entorpece ante las cosas de Dios, incluyendo las oportunidades para compartir acerca de Él. Dirige nuestra atención hacia adentro, causando miopía espiritual donde solo nos enfocamos en nosotros mismos. La solución se encuentra en 1 Juan 1:9, “Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados y limpiarnos de toda injusticia”. La confesión no es un evento de una vez al día, sino un proceso continuo a lo largo de nuestro día. Si queremos ver claramente las oportunidades que Dios da, necesitamos confesar los pecados que interrumpen nuestra comunión con Él.

3. Presta atención.

A veces perdemos oportunidades simplemente porque no son lo más importante. 1 Pedro 1:13 dice: “Por lo tanto, preparando vuestras mentes para la acción, y siendo sobrios, ponied vuestra esperanza plenamente en la gracia que os será traída en la revelación de Jesucristo”. En otras palabras, concéntrese en lo que importará a largo plazo, incluyendo compartir la esperanza de Cristo con los demás. Una excelente manera de hacerlo es establecer metas. Por ejemplo, “Esta semana, voy a hablar con tres personas acerca de Cristo”. Las oportunidades son mucho más evidentes cuando las buscamos.

4. Aumenta tu margen.

A veces no aprovechamos las oportunidades ni las perseguimos porque no tenemos tiempo. Estamos tentados a tener horarios tan llenos que hay poco margen para extras. Si es usted, realice una auditoría de calendario para dejar espacio para oportunidades inesperadas. La clave es qué sacar de tu agenda. Otra estrategia es limitar el tiempo que pasas en tu teléfono. Un poeta notable lo dijo mejor: “Las cosas que más importan nunca deben estar a merced de las cosas que menos importan”.

5. Concéntrate en los demás.

A medida que avanzas en tu día, haz de los demás una prioridad, incluso cuando estés ocupado. A veces, los pequeños gestos pueden convertirse en grandes oportunidades. Extender una sonrisa podría iniciar una conversación. Un acto aleatorio de bondad podría iniciar una amistad. Un oído que escucha puede establecer confianza. Pregúntate: “¿Cómo te gusta ser tratado por los demás?” Luego pon en práctica con los demás lo que escribes sobre ti mismo.

6. No dejes que una oportunidad perdida te impida la próxima oportunidad.

A veces, podemos perder la oportunidad de compartir el Evangelio y luego patearnos a nosotros mismos por perdernos el “podría haber sido”. Sin embargo, si nos detenemos demasiado tiempo en lo que podría haber sido, podemos perdernos lo que está sucediendo ahora. Si eso te sucede, pídele al Señor que te enseñe lo que necesitas saber acerca de esa oportunidad perdida, luego pasa a la siguiente. Como señala el empresario Richard Branson, “las oportunidades son como los autobuses. Siempre viene otro”.

Con respecto a las oportunidades, Pablo lo resume mejor en Efesios 5:16-17: “Aprovechad al máximo cada oportunidad en estos días malos. No actúes sin pensar, sino entiende lo que el Señor quiere que hagas”. En otras palabras, concéntrate en el Señor y en las asignaciones que Él trae a tu manera donde puedes hacer una diferencia en la vida de los demás.