La aflicción es una experiencia humana universal, y los creyentes no estamos exentos de ella. Sin embargo, el apóstol Pablo destaca dos verdades poderosas que marcan la diferencia en cómo los cristianos enfrentamos el sufrimiento. Primero, Dios está con nosotros en nuestro dolor. No nos deja navegar las dificultades solos. Más bien, se acerca a nosotros, trayendo consuelo, paz y seguridad cuando nos volvemos a Él. Segundo, nuestro dolor no es en vano. Dios usa nuestras experiencias...

read more