Llevando a otros el mensaje más allá del pesebre

by Dec 21, 2020El Evangelio, Evangelismo

Me encantan los pesebres. Estoy seguro de que esto se debe a que tengo tres hijas a las que les fascinaban los pesebres cuando eran pequeñas. El centro de su asombro siempre era el niño Jesús del pesebre. 

El mundo también parece obsesionado con el niño Jesús en época de navidad. Él es la pieza central de esculturas, sellos postales, exhibiciones de jardines e incluso santuarios.

Lo irónico es que, mientras muchos lo reconocen como un bebe, solo pocos lo reconocen como su Señor y Salvador. Ellos son conscientes del significado de la navidad, pero no reconocen su necesidad de Cristo.

Si bien eso puede hacer que los cristianos hagamos una pausa, también nos da una oportunidad. Es la misma oportunidad que se les dio a los pastores que fueron los primeros en ver a Jesús. Lucas relata sobre ellos,

“Cuando vieron al niño, contaron lo que les habían dicho acerca de él.” Lucas 2:17 N.V.I.

Como creyentes, estamos llamados a seguir las huellas del pastor, dando a conocer a Jesus; para llevarles el mensaje más allá del pesebre. Sin embargo, con todas las imágenes, los sonidos y otras distracciones que vienen con la Navidad, puede ser un desafío mantenerse en la misión.

 

El enfoque

Para mantenerme enfocado, trato de recordarme cada día que la razón principal de la navidad  es que era parte de la misión de Jesús para reconciliar a las personas con Dios.  Como escribió Charles Wesley: ¡Escuchen con atención! Los ángeles heraldos cantan “¡Gloria al Rey recién nacido! Paz en la tierra y suave misericordia, Dios y los pecadores reconciliados”.

Conectando el nacimiento a la Cruz de Jesús Cuando veo a Jesus en el pesebre, me recuerda que Él estaba en una misión por mi y por aquellos a los que les comparto su mensaje. El vino como un bebe para finalmente morir por nuestros pecados y resucitar de entre los muertos.

En otras palabras, el nacimiento (el pesebre) está directamente relacionado a la Cruz, el instrumento en el cual se hizo posible nuestra reconciliación con Dios. Como lo dice 1 de Pedro 3:18 (N.V.I.): “Porque Cristo murió por los pecados una vez por todas, el justo por los injustos, a fin de llevarlos a ustedes a Dios”. Él dejó el cielo por la tierra para que un día, cuando yo muera y deje este mundo, pueda entrar al cielo. Esa fue Su misión. 

 

Del pesebre a la cruz

La parte emocionante es que Su misión continúa, y Él nos ha invitado a ti y a mí a ser parte de ella. Tenemos el privilegio de llevar el evangelio, el mensaje que comunica cómo podemos reconciliarnos con Dios a través de poner nuestra fe en Jesús. Conectando el nacimiento a la Corona de Jesús Así que, el nacimiento (el pesebre) que vemos cada navidad está conectado a la cruz. Pero no solo eso, está conectado a una corona. Nosotros somos embajadores de Jesús. No representamos al bebe del pesebre o al mártir sufriendo en la cruz, sino al Rey coronado  del universo.  A causa de eso, se nos ha dado Su poder y Su autoridad (Hechos 1:8).  Solo con saber que Él tiene el poder para usarnos a pesar de nuestra debilidad, para proveernos de manera sobrenatural con Su fuerza, y cambiar la vida de aquellos a los que les hablamos, debemos tener confianza al momento de enfrentar cualquier oposición. 

Un día, nosotros y todos estaremos frente a Jesús, el Rey coronado del universo. Todo aquel al que vea y con quien hable estará frente a Él un día. Este hecho aleccionador me ayuda a mantener el evangelismo en mi mente como algo prioritario. Porque cuando hablo a los no creyentes, la pregunta más importante que se me viene a la mente sobre ellos, teniendo ese día en mente, es si están reconciliados con Dios a través de Cristo. Todo lo demás pierde importancia en comparación.

Una cosa final que me es recordada es que veré a Jesús cara a cara. Sé que mi obediencia a Él en cuanto al evangelismo será parte de mi evaluación (no para entrar al cielo, solo la fe en Cristo tiene ese mérito, pero para recompensas en el cielo).  No se tu, pero cuando ese dia llegue, quiero escuchar estas 7 palabras, “Bien hecho, mi buen y fiel servidor.” Entonces no habrá nada que importe más. Y si eso es lo que tendrá importancia para entonces, debería importar ahora. 

 

 

La misión de EvanTell continua.

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