Evangelización: El ingrediente que falta en el discipulado
Cuando era más joven, decidí hacer un pastel. Seguí la receta cuidadosamente, pero omití un ingrediente importante, los huevos. El resultado fue una sustancia plana, dura y chiclosa que nadie confundiría con un pastel. Me sorprendió que un ingrediente pudiera marcar una diferencia tan profunda.
He aprendido que no sólo hay ingredientes esenciales en la cocina, sino también en el seguimiento de Cristo. Y hay un ingrediente especialmente importante del discipulado que muchos creyentes dejan de lado: la evangelización.
La evangelización y el discipulado están diseñados para trabajar juntos. Como dos piernas, deben funcionar en tándem para hacernos avanzar en nuestro caminar con Cristo.
En el Nuevo Testamento vemos que la evangelización y el discipulado funcionan de manera conjunta:
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- En el llamamiento de Jesús a los discípulos en Mateo 4:19: ” Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres.”, donde la pesca de personas (evangelización) está directamente ligada al seguimiento de Cristo.
- En la primera lección que Jesús enseñó a sus discípulos en relación con la pesca milagrosa, “desde ahora seréis pescadores de hombres“. (Lucas 5:10)
- En el entrenamiento de Jesús a los doce discípulos. Muchas de las lecciones que aprendieron de Jesús tuvieron lugar mientras ellos se acercaban a los demás. (Lucas 19:10, Juan 4:35-38)
- En la última comisión de Jesús a sus discípulos. (Mateo 28:19-20, Marcos 16:15, Lucas 24:47-49) y Sus últimas palabras en la tierra. (Hechos 1:8)
- En la vida de todos los creyentes a lo largo de los Hechos, donde la evangelización era la norma y la forma en que crecía la iglesia. (Hechos 2:47, 8:4, 28:28)
La relación entre evangelización y discipulado no termina con Hechos 28. Continúa para los cristianos de hoy. Continúa para los cristianos de hoy. Compartir regularmente nuestra fe nos ayuda a crecer en ella. He aquí algunas formas concretas de hacerlo:
1. El evangelismo fortalece nuestra fe.
Pablo exhorta a Timoteo: “Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios,” (2 Timoteo 1:8) También dice en Romanos 5:3-5 que tal sufrimiento, “Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.” Cuando salimos con fe a compartir el evangelio, nuestra fe se fortalece y nuestro carácter se refina.
2. La evangelización nos enseña acerca de Dios.
Pablo exhorta a Filemón en el versículo seis del libro que lleva su nombre, “para que la participación de tu fe sea eficaz en el conocimiento de todo el bien que está en vosotros por Cristo Jesús.” Algunas de las mayores lecciones que he aprendido sobre Dios me han llegado hablándoles a otros de Dios. He aprendido más sobre el tiempo, la providencia, la provisión y la confiabilidad de Dios mientras estaba en misión con Él que de cualquier sermón que haya escuchado.
3. El evangelismo nos ayuda a parecernos más a Cristo.
El objetivo del discipulado es seguir a Cristo y parecernos más a Él. Pablo enfatiza esto en 1 Corintios 11:1: “Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo“. Ya que la evangelización fue la norma para Jesús y Pablo, necesita ser la norma para nosotros al imitar a Cristo.
4. La evangelización es una forma de glorificar a Dios.
El Catecismo Menor de Westminster declara que el “fin principal del hombre es glorificar a Dios, y gozar de Él para siempre.” Glorificar significa simplemente “poner en exhibición, ensalzar y hacer famoso”. Una de las mejores maneras de glorificar a Dios es hablar a los demás de Dios. El salmista nos exhorta a: “Cantad a Jehová, bendecid su nombre; Anunciad de día en día su salvación. Proclamad entre las naciones su gloria, En todos los pueblos sus maravillas.” (Salmo 96:2-3)
En pocas palabras, si no compartes tu fe, no estás funcionando como el discípulo que Jesús quiere que seas. El evangelismo es una parte vital de tu discipulado.
¿Cuál es el siguiente paso de obediencia que debes dar para seguir a Cristo como discípulo y testigo?
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