3 pasos para ser más relacional en el evangelismo
Demuestre su atención
En la cultura actual, el evangelismo puede ser increíblemente insultante para algunos. Si alguien está molesto, dos pensamientos pueden pasar por su mente sobre ti:
- Tienes un corazón crítico.
- Sólo te preocupas por mí si confío en Cristo.
Si tienes una relación con alguien, trata de dejar dos cosas claras al compartir el mensaje del Evangelio. Esto puede ayudar a aliviar esos pensamientos.
- Estoy compartiendo el Evangelio porque me preocupo por ti.
- Nuestra relación no depende de su respuesta al Evangelio.
Si bien queremos expresar esto con nuestras palabras, también es importante demostrar su cuidado a través de acciones. Al usar tus acciones para cuidar a alguien genuinamente, puedes ayudarte a prepararte para compartir el Evangelio.
Usa tu círculo de influencia
Una clave para compartir relacionalmente el Evangelio es entender tu círculo de influencia. Si bien debemos salir y buscar nuevas relaciones, necesitamos examinar cuáles ya nos ha confiado Dios. En una semana promedio, ¿a dónde vas? ¿Con quién pasas el tiempo?
Aquí hay tres ejemplos con algunos consejos prácticos para cada uno:
- Bancas de la Iglesia:
Al asumir que todos los que nos rodean en la iglesia confían en Cristo, podríamos estar perdiendo grandes oportunidades para invitar a alguien a creer en Jesús. Una pareja en mi iglesia se protege contra esto sentándose en el mismo lugar todas las semanas. Al estalecer una presencia consistente aquí, pueden reconocer si alguien es nuevo o si falta alguien.
Puede probar algo como el ejemplo anterior o adoptar un enfoque diferente. Tal vez la próxima vez que veas a alguien sentado solo, piensa en preguntar si podrías sentarte con él. Podría muy bien trazar un curso hacia algunas conversaciones significativas.
- Supermercados:
Si es posible, valla con el mismo cajero, o demostrador a la misma hora todas las semanas. Lentamente, pero con seguridad, puedes conocer quiénes son y escuchar sus historias.
Recuerda sus nombres y elementos clave de sus historias. Puede tomar notas en su teléfono que le ayuden a recordarlas más tarde.
Esté atento a su entorno. Si hay una fila masiva de gente, puede que no sea el mejor momento para compartir.
Ore por ellos por su nombre mientras desarrollas una relación con ellos. Al entregar nuestros corazones a Dios en oración por ellos, Él nos dará Su corazón de amor por ellos.
- Su localidad:
Si has vivido en una localidad por un tiempo, es posible que sientas que es demasiado tarde para presentarte. De hecho, otros en la localidad probablemente sienten lo mismo. ¡Pero eso no es cierto! En realidad, la mayoría de las personas simplemente están esperando una razón para conectarse. Si ves a un vecino, ¡salúdalo y preséntate! Y asegúrate de estar atento aun camión de mudanzas que te permita saber que están llegando nuevos vecinos. En todos los momentos de transición, las personas están buscando algo consistente en su vida. ¡Qué gran oportunidad de compartir el amor inmutable de Cristo con ellos!
Combina el ‘Cómo y Qué’
Lo que dices es increíblemente importante. ¡Pero cómo lo dices también es importante! Si tu tono o comportamiento es desagradable, construir una relación será difícil. Pero un tono acogedor puede invitar a un nuevo amigo a tu vida. En todas nuestras conversaciones, debemos esforzarnos por:
- Hablar amablemente y con gentileza.
- Ser auténticos y transparentes.
- Mostrar compasión hacia ellos.
A medida que avanza la conversación y la relación, podemos hacer lo que es natural: compartir sobre cosas que son importantes para nosotros. Esto abre la puerta para compartir el mensaje del Evangelio con ellos. Echa un vistazo a este blog para aprender más acerca de cómo compartir el Evangelio en las conversaciones.
Al final del día, la forma en que nos relacionamos con las personas les comunicará en gran medida acerca de nuestra relación con Dios.
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