La temporada navideña ofrece una oportunidad única para compartir el evangelio, pero también puede traer consigo sus propios desafíos. Con agendas ocupadas, dinámicas familiares complicadas y la posible incomodidad de ciertas conversaciones, la evangelización durante la Navidad a veces puede parecer abrumadora. Sin embargo, al tener en mente algunos principios simples, puedes superar estos obstáculos y dar a conocer a Cristo de manera natural y auténtica.
Aquí tienes 3 “No hagas” y 3 “Haz” para guiarte en compartir el evangelio durante las fiestas.
No hagas
- No te distraigas.
La temporada de celebrar el nacimiento de Cristo puede volverse rápidamente sobre cualquier cosa menos Cristo. Es fácil sentirse abrumado por las compras, los eventos y las tradiciones navideñas. Tómate un tiempo para simplificar tu agenda y desconectarte de distracciones como el teléfono para mantenerte enfocado en la verdadera razón de la temporada: conocer a Cristo y darlo a conocer. Ora pidiendo sabiduría para priorizar el evangelio y mantener tu corazón enfocado en la misión de compartir a Cristo, incluso en medio de las ocupaciones. - No seas esa persona en las reuniones.
Todos hemos conocido a alguien en reuniones navideñas que pone a todos incómodos, ya sea por debates políticos, chismes, quejas o juicios. No seas esa persona que lleva negatividad a la mesa, especialmente con la familia. En lugar de eso, sé una bendición eligiendo cuidadosamente tus palabras. Ora la oración del salmista: “Pon, Señor, un centinela a mi boca; vigila la puerta de mis labios” – Salmo 141:3. Deja que tu manera de hablar refleje el amor y la gracia de Cristo, incluso en momentos difíciles o tensos. - No seas agresivo al compartir el evangelio.
Compartir el evangelio es importante, pero cómo lo compartes también lo es. Busca conversaciones respetuosas y personales, donde ambos puedan hablar abiertamente. Recuerda 1 Pedro 3:15: “Estén siempre preparados para responder a todo el que les pida razón de la esperanza que hay en ustedes. Pero háganlo con gentileza y respeto.” Defender tu fe no significa discutir o ponerte a la defensiva; significa explicar claramente “la esperanza que hay en ti” con amabilidad y respeto.
Haz
- Ora antes y durante las oportunidades.
La oración es vital para una evangelización efectiva. Cada día dedica tiempo a rendirte a Dios y pedir Su guía. Ora por oportunidades para compartir el evangelio y por la valentía y sabiduría para reconocerlas y aprovecharlas. Mantente en constante comunicación con Dios, tanto antes como durante tus interacciones, para que Él pueda usarte en la vida de los demás. - Conoce en dónde están.
Si quieres construir conexiones significativas, es importante entender de dónde vienen las personas. Proverbios 1:5 dice: “Escuche el sabio y aumente su saber, y el entendido reciba consejo.” Tómate el tiempo para escuchar, hacer preguntas reflexivas y buscar entender sus perspectivas. Esto ayuda a crear puentes hacia sus pensamientos y corazones, haciendo que tus conversaciones sean más significativas. - Construye puentes para el evangelio.
Gestos reflexivos como dar un regalo significativo, escribir una nota personal de agradecimiento o pasar tiempo de calidad juntos pueden crear oportunidades para compartir el amor de Cristo. Usa estos momentos para dirigir la conversación hacia temas espirituales. Aquí hay algunas preguntas que pueden guiar esas conversaciones:
- “¿Qué es lo más significativo de la Navidad para ti?”
- “¿Cómo puedo orar por ti?”
- “¿Te interesan las cosas espirituales?”
- “¿Dónde estás en tu jornada espiritual?”
- “¿Sabes con certeza que irás al cielo?”
Estas “preguntas puente” pueden abrir puertas para discusiones más profundas y proporcionar una forma natural de compartir la esperanza del evangelio.
Para quienes no están seguros de cómo presentar el evangelio, considera usar un método simple y claro como el enfoque de “Malas Noticias / Buenas Noticias” de EvanTell. Esta herramienta sencilla puede guiar tus conversaciones y ayudarte a comunicar el mensaje de salvación de manera clara y fácil de entender. Puedes encontrar este método en la aplicación EvanTell, disponible en formatos de video y libro interactivo, lo que la convierte en una herramienta accesible para evangelizar sobre la marcha.
Recuerda, la primera Navidad fue sobre Cristo viniendo a nosotros. Ahora podemos ayudar a otros a venir a Él. A medida que interactúes con las personas a tu alrededor esta Navidad, que tus palabras y acciones reflejen el amor de Cristo. No hay regalo más grande que compartir el evangelio. Que esta temporada navideña sea un tiempo no solo de celebración, sino también de alcance: invitando a otros a experimentar la esperanza, la paz y la alegría que solo Cristo puede traer.